- Andrei Belousov será el encargado de la cartera de Defensa del país.
- Shoigú, de 68 años, será el nuevo secretario del Consejo de Seguridad y aleja sus posibilidades de suceder a Putin.
El canal oficial de Telegram del Senado ruso y varios medios estatales han confirmado que Vladímir Putin sustituye a Serguéi Shoigú del Ministerio de Defensa. Andrei Belousov, viceprimer ministro de Rusia desde 2020, será el nuevo ministro de Defensa.
Belousov, asesor presidencial anteriormente, era el encargado del desarrollo social y económico del país y de adoptar una política financiera y monetaria unificada. También se encargaba de la regulación de mercados financieros, proyectos de infraestructura, transporte, proyectos nacionales e inversiones extranjeras.
El secretario de prensa del Kremlin, Dmitri Peskov, ha informado que el Ministerio de Defensa «debe estar absolutamente abierto a las innovaciones, a la introducción de todas las ideas avanzadas para generar las condiciones para la competitividad económica». Por eso, asegura, el presidente eligió a Belousov, «que ha dirigido satisfactoriamente el Ministerio de Desarrollo Económico».
El cambio se adopta por medio de un decreto presidencial publicado en el Kremlin, en el que se propone a Belousov. Además, confirma que las carteras de Interior, Situaciones de Emergencia, Asuntos Exteriores y Justicia seguirán con los mismos miembros. Por su parte, según varias fuentes, el presidente ruso busca dejar en el cargo al director del Servicio de Inteligencia Exterior, al jefe del Servicio Federal de Seguridad, al dirigente de la Guardia Nacional Rusa, al directivo del Servicio Federal de Protección y al responsable de Programas Especiales del Presidente.
De sucesor de Putin a nada
Shoigú ascendió de funcionario menor a ministro de Defensa. Sin embargo, paga los contratiempos de la mala gestión del ejército ruso en Ucrania. Desde su comienzo, tenía como objetivo modernizar las fuerzas militares del país. No obstante, miembros de su administración acabaron inmersos en casos de corrupción. Además, algunas malas planificaciones en el conflicto ucraniano le han sentenciado de su cargo.
El militar de Siberia, que parecía destinado a suceder a Vladímir Putin como líder de Rusia, podría terminar siendo recordado como el arquitecto de uno de los mayores fracasos militares de la era moderna en lugar de convertirse en el hombre más poderoso del Kremlin. Aunque Rusia ha logrado algunos avances recientes en el campo de batalla, la reputación de Shoigú no ha logrado recuperarse tras varios acontecimientos.
Después de ser reemplazado como ministro de Defensa de Rusia, Shoigú enfrenta críticas por su manejo de la ofensiva en Ucrania. Además, su reputación se ha visto afectada por acusaciones de corrupción contra Timur Ivanov, uno de sus viceministros.
En 2023, el difunto y exlíder mercenario del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, lanzó una crítica pública contra las altas esferas del ejército ruso, incluyendo a Shoigu, acusándolo de ser un «saco de mierda» y un «payaso viejo» en mensajes de audio que se volvieron virales en todo el mundo. Shoigú también tuvo que hacer frente a la corta e intensa rebelión del Grupo Wagner.
La rebelión del Grupo Wagner, liderada por Yevgeny Prigozhin, estalló en junio de 2023 en Rusia, desencadenada por tensiones con el Ministerio de Defensa ruso, especialmente con el ministro Sergei Shoigú. Tras un acuerdo con Putin, los mercenarios de Wagner se retiraron del frente en Ucrania, evidenciando un conflicto interno que reveló la creciente influencia y complejidad de este grupo paramilitar más allá de las fronteras rusas, con presencia en países como Siria, Libia, Burkina Faso, Mali, Mozambique o Sudán. Posteriormente, el exlíder de Wagner falleció. Esto generó una gran polémica, ya que los hechos sucedieron en un misterioso accidente aéreo.
¿Cuáles serán sus nuevas funciones?
A partir de ahora será secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, un órgano presidido por Vladímir Putin y Dmitri Medvédev. Este es un «órgano consultivo constitucional» que elabora las decisiones del presidente en materia de defensa y seguridad nacional. De acuerdo con la Ley de Seguridad de 2010, los miembros de este órgano responden directamente al presidente.
Las decisiones del Consejo de Seguridad se adoptan por los miembros y el secretario. Por lo tanto, Shoigú ha pasado de una cartera importante a un puesto que depende directamente de Putin.
El legado de Shoigú
Antes de la rebelión de Wagner, el exministro de Defensa había estado en el punto de mira del presidente Putin tras los contratiempos al inicio de la invasión rusa en Ucrania. En junio de 2023, los dos acudieron a una entrega de medallas, donde ambos no dirigieron palabra. Además, en los últimos tiempos no hubo ningún acercamiento público entre los dos, cuando durante años fueron amigos íntimos. En su 65 cumpleaños recibió por parte de Putin la medalla por Méritos a la Patria.
Desde la presidencia de Borís Yeltsin, se convirtió en uno de los funcionarios más importantes de Rusia. Tras servir a varios ministros, fue nombrado en 2012 para desempeñar el Ministerio de Defensa. Sin experiencia anterior, Putin confió en él por su capacidad para gestionar crisis durante años. En su mandato ejecutó con éxito diferentes operaciones en Siria que evitaron que Bashar al-Assad dejase la presidencia.
Sus objetivos eran renovar las fuerzas armadas, que estaban llenas de corrupción, equipar un cuerpo anticuado y potenciar la imagen del ejército. En su mandato, Shoigú implementó reformas como la elaboración de un cibercomando militar.
Sin embargo, la invasión a Ucrania fue uno de sus finales. Según varias fuentes, este prometió a Putin que llegaría e invadiría Kiev en tres días. Sin embargo, la ayuda estadounidense y la resistencia ucraniana frustraron todos los planes de Shoigú. La invasión, planeada por él, mostró graves deficiencias como la falta de entrenamiento, equipamiento, mando y logística. La rebelión de Wagner puso en jaque su puesto en 2023, cuando Prigozhin criticó las numerosas muertes en la batalla de Bajmut. Shoigú, máximo responsable del ejército en ese momento, no comunicó nada durante las casi 24 horas en las que Wagner amenazó con acabar con Putin. Algunos expertos calificaron la insurrección como una «humillación».
Artículo escrito por:
Rubén Asenjo Morillas. Periodista apasionado por la actualidad internacional y la geopolítica. Escribo para entender el mundo en constante cambio y compartir perspectivas que despierten la reflexión y el debate. Comprometido con la búsqueda de la verdad y las historias que impacten e inspiren.
