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El Gobierno de Georgia acusa de «traición» a la presidenta por vetar la Ley de Agentes Extranjeros

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Localización de Georgia y su bandera
  • La presidenta vetó la Ley de Agentes Extranjeros el pasado 18 de mayo.
  • La norma exige que las organizaciones que reciben más del 20% de su financiación del extranjero se registren como «agentes extranjeros».

El primer ministro de Georgia, Irakli Garibashvili, ha lanzado severas acusaciones de «traición» contra la presidenta Salomé Zurabishvili, después de que esta rechazara la polémica Ley de Agentes Extranjeros por considerarla «prorrusa». La confrontación ha intensificado las tensiones políticas en el país, reflejando una creciente división entre el gobierno y la presidencia.

Garibashvili manifestó su indignación en unas declaraciones, donde criticó duramente a Zurabishvili por socavar la seguridad nacional y los intereses del país. «La negativa de la presidenta a apoyar esta ley es un acto de traición contra el pueblo georgiano y nuestra soberanía», afirmó el primer ministro. «Esta ley es esencial para protegernos de la interferencia extranjera».

«La unión del pueblo y de las autoridades elegidas por él y las medidas adoptadas nos han dado en los dos últimos años la oportunidad de conservar la paz en el país a pesar de las amenazas existenciales y las diversas traiciones, incluida la traición de la presidenta», declaró el primer ministro en el acto del Día de la Independencia de Georgia. Kobajidze afirmó que «la historia reciente de Georgia y los procesos del mundo actual nos han mostrado con claridad que la soberanía es la garantía más eficaz de cualquier país», añadió. Además, pidió «cuidar unos de otros y derrotar al odio», ya que «con amor» se podrá «construir lo que fue destruido por la hostilidad».

«Georgia ingresará en la UE»

El jefe de Gobierno recordó durante los actos del Día de Independencia que tiene la confianza de que su país podrá ingresar en el bloque comunitario antes del 2030. «En 2030 viviremos en una Georgia unida y fuerte junto a nuestros hermanos y hermanas de Abjasia y Osetia del Sur. En 2030, Georgia, unida y fuerte, deberá convertirse en miembro pleno de la UE».

La Unión Europea advirtió a Georgia, señalando que la implementación de la Ley de Agentes Extranjeros «repercute negativamente» su adhesión al bloque. En un comunicado, representantes europeos expresaron su preocupación por la legislación, argumentando que podría socavar los principios democráticos y las libertades fundamentales, aspectos esenciales para la adhesión a la UE.

«La adopción de esta ley repercute negativamente el avance de Georgia hacia una mayor integración en la UE», afirmó el Alto Representante de la Unión, Josep Borrell. El mandatario pidió reconsiderar la medida para no comprometer sus aspiraciones euro atlánticas. «Retiren la ley, mantengan su compromiso con el camino de la UE y avancen en las reformas necesarias. Esto destruirá la labor de la sociedad civil y de los medios de comunicación independientes, mientras que la libertad de asociación y la libertad de expresión son derechos fundamentales en el núcleo de los compromisos de Georgia como parte del Acuerdo de Asociación y de cualquier vía de adhesión a la UE», sentenció.

Respuesta de la presidenta

En respuesta, la presidenta Zurabishvili defendió su postura argumentando que la ley representa un retroceso democrático y una amenaza a las libertades civiles. «Mi deber es proteger los derechos y libertades de nuestros ciudadanos. Esta ley es un peligro para nuestra democracia y no puedo apoyarla», declaró la mandataria.

La presidenta ha afirmado que en los próximos comicios de octubre se decidirá si Georgia toma un camino europeo o prorruso. También criticó que los ciudadanos viven con «indeterminación y miedo». «El pueblo de la nueva Georgia que nace hoy no permitirá esto. Nadie puede obligar a Georgia a vivir según credos ajenos, dogmas ajenos o vivir entre cadenas. Nadie ni nada devolverá a Georgia al pasado», afirmó en su discurso entre abucheos delante de militares. Además, aseguró que «en estos momentos donde pende la sombra de Rusia, el verdadero camino para conservar la independencia es mantener la asociación con Europa y Estados Unidos. Quienes sabotean este camino, pisotean el futuro seguro de Georgia».

El pasado 18 de mayo, la presidenta vetó la Ley de Agentes Extranjeros. La ley, que genera un intenso debate y numerosas protestas tanto dentro como fuera del país, fue rechazada por la mandataria debido a sus «implicaciones para la democracia y las libertades civiles» en Georgia. Zurabishvili afirmó que la normativa, que obligaba a las organizaciones con más del 20% de financiación extranjera a registrarse como «agentes extranjeros», representaba una «amenaza significativa» y podría ser utilizada para «reprimir la disidencia». El próximo 27 de mayo el Comité del Parlamento valorará la prohibición de Zurabishvili y estudiará eliminar la restricción. Para ello, necesita del apoyo de más de la mitad de los diputados.

¿Qué es la Ley de Agentes Extranjeros de Georgia?

La Ley de Agentes Extranjeros, propuesta en el parlamento georgiano, se inspira en una legislación similar existente en Rusia. La normativa requiere que las organizaciones no gubernamentales (ONG) y otros grupos, como medios de comunicación, que reciban más del 20% de su financiación del extranjero, se registren como «agentes extranjeros». También impone estrictas obligaciones de información y transparencia sobre sus actividades y financiamiento.

La ley ha generado una intensa polémica y críticas tanto a nivel nacional como internacional. Los defensores argumentan que es una medida necesaria para salvaguardar la soberanía del país y evitar la injerencia extranjera en los asuntos internos. Sostienen que la legislación ayudará a identificar y regular a aquellos que puedan estar actuando en contra de los intereses nacionales bajo la influencia de potencias extranjeras.

Sin embargo, los opositores ven en esta ley una amenaza a las libertades fundamentales y a la sociedad civil. Temen que sea utilizada como una herramienta para reprimir la disidencia y silenciar a las ONG y medios de comunicación críticos con el gobierno. Varios grupos de derechos humanos han advertido que la ley podría llevar a un ambiente de miedo y autocensura, limitando el espacio para la oposición política y el debate público.

Además, la comunidad internacional, incluidos la Unión Europea y Estados Unidos, ha expresado su preocupación por la posible erosión de la democracia en Georgia. En numerosas ocasiones, han instado al gobierno georgiano a reconsiderar la legislación, argumentando que podría alejar al país de sus aspiraciones de integración euroatlántica.

Esta norma será un tema relevante en el contexto de las elecciones al Parlamento Europeo de 2024. La política de expansión y las relaciones con países vecinos serán temas cruciales de debate.

Artículo escrito por:

Rubén Asenjo Morillas. Periodista apasionado por la actualidad internacional y la geopolítica. Escribo para entender el mundo en constante cambio y compartir perspectivas que despierten la reflexión y el debate. Comprometido con la búsqueda de la verdad y las historias que impacten e inspiren.

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