La Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial 2024 es un plan del Gobierno de España diseñado para impulsar el desarrollo y la utilización responsable de la Inteligencia Artificial (IA) en todos los sectores de la sociedad. El objetivo es fortalecer el despliegue de la IA en la economía y facilitar su aplicación transparente, responsable y humanística en el sector público y privado. Para conseguirlo, esta estrategia se basa en tres ejes fundamentales: el refuerzo de la supercomputación, el desarrollo del talento y la cooperación público-privada. Se espera que tenga un impacto positivo en la economía española, creando nuevos empleos, aumentando la productividad y mejorando la calidad de vida de los ciudadanos.
Reforzar las palancas claves para el desarrollo de la inteligencia artificial
En primer lugar, se destaca el factor clave de invertir para poder desarrollar mejores IA. En este campo competitivo, España juega un papel importante a nivel europeo, al ser socio fundador en 2009 de la Alianza Europea de Computación Avanzada en Europa (PRACE), que coordinaba a todos los grandes supercomputadores del continente. Además, en 2017 fue uno de los siete estados miembros de la Unión que firmaron la declaración de Roma, donde se comprometen a mejorar estas infraestructuras.
En 2023, España inauguró el Marenostrum 5, un supercomputador valorado como uno de los tres mejor de Europa y el octavo a nivel mundial. Este supercomputador destaca por la diversidad de su arquitectura, con un buen balance entre CPU y Unidades de Procesamiento Gráfico (GPU), así como su gran capacidad de almacenaje, imprescindible en el desarrollo de la IA. Se prevé su mejora con una inversión prevista de entre 55 M€ y 90 M€, con el objetivo de adquirir un nuevo clúster especializado en IA, incorporando las últimas tecnologías GPU, para complementar la diversidad de arquitecturas con las que ha sido diseñado. Esta actualización permitirá alcanzar una capacidad de procesamiento del 50%.
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Así pues, estas inversiones garantizan al personal científico de los países, acceso a recursos computacionales de primer nivel para el desarrollo de sus actividades de innovación en IA. Estos sistemas facilitan el análisis y procesamiento de grandes cantidades de datos a una velocidad y eficiencia inéditas, al tener procesadores más avanzados. Asimismo, también se prevé aplicar al sector de la industria, para ayudar a las empresas a incrementar su competitividad gracias al uso masivo de estas tecnologías, incluyendo la puesta en marcha de espacios de datos protegidos, servicios ad-hoc, etc. Se pretende aprovechar la regulación europea Euro-HPC Ju, que permite a las empresas acceder hasta un 20% de las capacidades de los grandes supercomputadores europeos.
Con esto se busca reforzar la Red Española de Supercomputación, creada en 2007 y cuya finalización se espera en 2024. Está formada por 14 organizaciones que ofrecen servicios avanzados en supercomputación, gestión de datos e IA para la comunidad investigadora nacional. De cara a su renovación, se busca fortalecerla como infraestructura nacional científico-tecnológica de servicios relacionados con la IA, dotándola de un nuevo plan estratégico e incluyendo una financiación para todos sus nodos y la especialización de los mismos.
Generar capacidades de almacenamiento sostenible
Se han financiado 18 proyectos en el ámbito de la energía, con una financiación total aproximada de 25 millones de euros. En los ámbitos del medioambiente y el medio rural, se busca aplicar la IA a la optimización de recursos hídricos en el riego y consumos industriales, la mejora en la trazabilidad de la cadena agroalimentaria, la optimización de producción agrícola y de masa forestal, y la conservación de la biodiversidad terrestre y marina. La IA contribuye a la toma de decisiones más informadas, ayudando a la conservación del medio ambiente, prevención de desastres naturales y al aprovechamiento de los recursos naturales de forma responsable.
Por otro lado, en el campo de la energía se están desarrollando proyectos punteros de aplicación de la IA al ciclo de vida completo del sector eléctrico. Comenzando por la producción de energía renovable, la IA contribuye a la optimización del emplazamiento de placas solares y aerogeneradores y a su mantenimiento preventivo. Las redes de transporte, por su parte, son altamente distribuidas, y la IA aporta decisiones para mejorar su explotación y la integración de nuevos nodos.
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El consumo responsable es fundamental, por lo que se puede aplicar la IA a través de algoritmos predictivos, una gestión más inteligente de los recursos energéticos, adelantándose a grandes demandas puntuales. Por último, la IA ayuda en la toma de decisiones referentes a los mercados facilitadores. Por otro lado, se están poniendo en marcha iniciativas de diseminación, difusión y captación de talento en perfiles de aplicación de la IA a este sector, además de la realización de actividades de prospección tecnológica, incluyendo la realización de pruebas de concepto, generación de catálogos de datos y desarrollo de demostradores.
Generar modelos y corpus para una infraestructura pública de modelos de lenguaje
Los modelos de lenguaje son muy difíciles de entrenar y requieren de mucha financiación. De este modo, la mayoría de los modelos existentes están diseñados sobre la lengua inglesa o multilingües, en los que los idiomas con menos recursos suelen estar infrarrepresentados. El español, en cambio, cuenta con 600 millones de hispanohablantes en todo el mundo, por lo que se han llevado a cabo proyectos con la Real Academia de la Lengua y la creación de un observatorio que mida la diferencia entre el inglés y el español en adopción de tecnologías de lenguaje, lo que difiere de los modelos dominantes centrados en el inglés.
De esa manera, la digitalización y la IA suponen una oportunidad para acercar la Administración a la ciudadanía y superar las brechas de acceso a la misma, prestando servicios públicos de calidad y asegurando que la ciudadanía pueda elegir el modo en que se comunica con la Administración. Asimismo, puede proporcionar a los empleados públicos las mejores herramientas de acompañamiento para prestar servicios de calidad, inclusivos y aprovechando las ventajas de la IA generativa para garantizar la protección de datos y seguridad de información. Así, la IA mejoraría la capacidad de respuesta de las demandas de la población y se ofrecería un servicio más rápido y personalizado.
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Por otro lado, el sector privado no se queda exento de obtener beneficios con esta herramienta. La expansión de la IA es fundamental para las PYMES y autónomos, quienes podrán capitalizar los aumentos de productividad en todos los sectores y generar nuevas oportunidades de negocio a través de la generación de datos sintéticos o la combinación de la IA y conocimiento experto para generar la toma de decisiones estratégicas. En esta situación, el sector público deberá generar un entorno de emprendimiento y propicio para que estas empresas puedan adaptar sus negocios a esta nueva herramienta.
El objetivo es aprovechar el modelo funcional para que el tejido empresarial español pueda desarrollar nuevos productos y servicios a través de la creación de modelos específicos y especializados en sectores o actividades. Se persigue tener un impacto positivo en sectores clave como la salud, el cambio climático y la industria conectada, mejorando la competitividad internacional de las empresas españolas y fomentar una mayor colaboración público-privada en la investigación y aplicación de tecnologías de vanguardia.
Desarrollar un marco de ciberseguridad
La ciberseguridad es un elemento inherente a la digitalización, especialmente ante la irrupción de transformaciones tecnológicas como la IA. Los sectores económicos clave son muy dependientes de las redes y de los sistemas de información con altos niveles de interconexión: por ello, es especialmente relevante disponer en las infraestructuras críticas y los servicios esenciales, tanto en el sector público como en el sector privado. De este modo, reforzar la ciberseguridad es esencial para fomentar la confianza, innovación, conectividad y digitalización, al proteger los derechos de los ciudadanos y su privacidad.
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España es el tercer país europeo tras Estonia y Reino Unido en el índice global de ciberseguridad evaluado por las Naciones Unidas. Así, pues, se plantean diferentes líneas de acción para seguir reforzando la ciberseguridad en el marco del desarrollo de la IA. La primera es reforzar el marco jurídico europeo, con el fin de establecer un marco legal completo para mejorar la ciberseguridad nacional. No obstante, también son necesarias políticas, procesos y estructuras organizativas para implementar controles de seguridad adecuados, es decir, una coordinación entre actores públicos y privados para una respuesta efectiva a incidentes.
En este contexto, se enmarca la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA), que garantiza el despliegue de sistemas de IA seguros, responsables y éticos en España, al mismo tiempo que lidera el debate sobre la gobernanza de la IA y establece límites en la toma de decisiones algorítmicas. La gobernanza de la IA es un debate urgente, profundo e integral que incluye a toda la sociedad, por lo que es necesario establecer marcos de adopción adaptados a cada sector productivo y social, con el fin de encontrar un equilibrio entre la innovación, la protección de derechos, transparencia y equidad. Por ello, esta organización ayuda a empoderar a ciudadanos, empresas y administraciones públicas para que defiendan sus derechos digitales en la IA, mientras mitiga los riesgos potenciales de la IA y aprovecha sus beneficios para construir un futuro mejor.
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